Son diversos los hitos del desarrollo y del aprendizaje los que corresponden en función de la edad cronológica. Si bien, cuando se inicia la edad escolar, y especialmente a partir de educación primaria, en ocasiones empiezan a emerger desfases en la consolidación de aprendizajes o dificultades específicas, así como excepcionalidades en comparación a los iguales.
¿Cuándo debe realizarse una evaluación psicopedagógica?
Siempre que, bien un déficit o una particularidad sean sostenidos en el tiempo, y que afecten a la consolidación de algunos aprendizajes, a la relación con iguales o adultos, al rendimiento académico o a la propia conducta; debería ser importante realizar una evaluación que dé respuesta a las diferentes áreas que puedan estar afectadas.
¿Para qué sirve? ¿Qué se pretende conseguir?
Uno de los principales temores es la afirmación: las evaluaciones psicopedagógicas siempre emiten un diagnóstico, y de alguna forma, etiquetan a la persona. Esto no es correcto, la finalidad es poder comprender su realidad: capacidad cognitiva y desempeño en áreas relevantes y así poder trabajar de forma específica en las áreas que lo requieran. En aquellos casos en que los resultados sean compatibles con algún diagnóstico, este será recogido como impresión diagnóstica.
¿Cuál es el proceso de evaluación?
La primera toma de contacto siempre incluye a la familia (en el caso de población infanto-juvenil) o al adulto, para poder entender el historial de desarrollo en diversas áreas (hitos, aprendizajes, socialización, autonomía, desempeño escolar) y así detectar las principales áreas que pudieran estar afectadas. Posteriormente se diseña un plan de evaluación específico y se aplican diversas baterías y pruebas.
¿Todas las evaluaciones psicopedagógicas son iguales?
No. Cada evaluación está diseñada en función de las principales áreas detectadas y la edad de la persona. Si bien, en todas ellas es importante obtener información del perfil cognitivo y profundizar en diferentes aspectos. Asimismo, el proceso de evaluación no debe ser cerrado, ya que en función de los resultados obtenidos puede ser necesario ampliar la información de algún dominio concreto.
¿Hasta cuándo puede realizarse una evaluación? ¿Existe una edad límite?
Aunque mayoritariamente es en la edad escolar cuando se realiza la detección y, por tanto, la mayor cantidad de evaluaciones, también tienen cabida en la edad adulta. Usualmente sirven para que la persona pueda entender su historia personal (escolar, laboral y social), así como para poder intervenir en aquellas áreas que generen interferencia en el momento actual.
¿Qué áreas puede incluir una evaluación psicopedagógica? ¿Cómo se realiza?
Entre los dominios más relevantes se incluyen: capacidades cognitivas, desarrollo lecto-escritor, atención, funciones ejecutivas, lenguaje, memoria, motricidad, etc. Además, siempre es importante obtener información de la familia y del centro escolar (en el caso de población infanto-juvenil), por lo que además de una anamnesis, es común entregar cuestionarios a cumplimentar por ambos informantes.
Existen pruebas baremadas en función de la edad para medir las diversas áreas, lo que ofrecen una comparativa ajustada del rendimiento de la persona evaluada en relación con otros de su misma edad cronológica. Además, la observación y otras tareas no baremadas ofrecen mucha información sobre el rendimiento personal.
¿Cuáles son las sospechas más comunes en las evaluaciones?
Aunque como decíamos, el objetivo de la evaluación no es ofrecer un diagnóstico, las dificultades más observadas tienen relación con las capacidades cognitivas (discapacidad intelectual o altas capacidades), déficit de atención, hiperactividad y/o impulsividad, dificultades en lecto-escritura (dislexia o disgrafía) o desarrollo del lenguaje.
¿Qué hacer tras los resultados de la evaluación?
Es importante realizar un informe que contemple los resultados obtenidos en el momento de la misma. Tras esto, siempre se explica a la familia y/o adulto las conclusiones obtenidas, y en el caso de que fuera necesario, un desarrollo de los objetivos de intervención. La evaluación nos informa del momento actual, pero sólo con la intervención conseguiremos trabajar sobre las dificultades y lograr un desarrollo pleno, con una adecuada integración y una buena autoestima.
En Ngil Logopedia y Psicología estamos especializados en este ámbito, así que, si te han surgido preguntas o crees que sería importante realizar una evaluación, no dudes en consultarnos.
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